Razones para comprar una casa
Hay muchas buenas razones para comprar una casa pero con demasiada frecuencia, la gente parece obsesionarse con el aspecto de la inversión por encima de todo.
Lo cual es especialmente cierto ahora, cuando los precios de las casas han subido sustancialmente desde la crisis inmobiliaria que tuvo lugar hace una década.
Sencillamente, la gente no quiere pagar de más ni comprar una casa en la parte alta del mercado, sobre todo porque las guerras de ofertas vuelven a ser demasiado habituales. Y es una preocupación justa.
La cuestión es que una casa no es solamente una inversión, es un refugio si piensas residir en él. Un techo sobre tu cabeza para evitar la lluvia y el frío, además de ser un lugar seguro en el que puedes crear una base para ti, y tal vez formar una familia.
Así que cuando consideres esa lista de pros y contras de por qué comprar una casa, tienes que pensar también en el exterior.
No debes limitarte a considerar los precios actuales, ni intentar medir el tiempo para saber el momento adecuado para comprar.
Ser propietario de una casa es mucho más que eso, aunque es obvio que todo el mundo quiere conseguir una buena oferta.
Dicho esto, repasemos algunas razones por las que la compra de una casa puede suponer mucho más que solo una inversión.
1. Quédate mientras pagues.
Para muchos esto es algo importante.
Cuando alquilas, estás a merced de tu casero y no eres dueño de nada, no tienes ningún tipo de estabilidad fuera de la duración de tu contrato.
Si quieres echar raíces o llevar el control, alquilar no te servirá, y esto puede ser muy importante para ti y tus hijos, suponiendo que tengas o quieras tener alguno en el futuro.
2. Puedes fijar un precio.
Otro factor importante en la compra de una casa es la posibilidad de fijar el precio.
Con esto nos referimos a la cuota mensual de la casa, que no cambiará, incluso si los precios del mercado suben sustancialmente con el tiempo.
Claro que puede haber alguna fluctuación con el seguro y los impuestos sobre la propiedad, pero si contratas una hipoteca a tipo de interés fijo, puedes pagar la misma cantidad básica durante todo lo que dure el préstamo.
Si alquilas, es posible que tu renta mensual aumente anualmente, dependiendo de lo que decida el propietario y/o de si estás sujeto al control de alquileres. En cualquier caso, no hay mucha certeza.
3. Respaldo contra la inflación.
Hablando de la subida de los alquileres, los bienes inmuebles pueden ser un gran respaldo contra la inflación, ya que se puede seguir pagando la misma cantidad que se pagaba hace una década, mientras que los que alquilen se enfrentan a la caída del valor del dólar con el paso del tiempo.
Por ejemplo: Tu hipotética cuota hipotecaria de 1.500 dólares de hoy probablemente no parecerá tanto en el año 2032.
Mientras tanto, un inquilino podría tener que lidiar con el aumento de los alquileres basado en el menor valor del dólar a lo largo del tiempo.
Al mismo tiempo, es probable que el valor de la casa aumente con el tiempo simplemente debido a la inflación, por lo que es potencialmente una mejor inversión que una cuenta de ahorro o cualquier otra cosa.
4. Ahorro forzado.
Otra ventaja financiera de ser propietario de una vivienda es el concepto de “ahorro forzoso”.
Cada mes, una parte del pago de tu hipoteca se destina al saldo principal de tu préstamo, suponiendo que tengas una hipoteca (y que ésta sea totalmente amortizable).
Esto te obliga esencialmente a reservar una determinada cantidad de dinero cada mes durante todo el plazo del préstamo, o hasta que la vendas y sigas adelante.
Si no eres un gran ahorrador, o uno terrible como la mayoría de los estadounidenses, una hipoteca puede exigirte que ahorres, te guste o no.
Y cuando llegue el momento de vender, todos esos meses de ahorro representarán el valor de tu vivienda.
Para ponerlo en perspectiva, el propietario promedio de una casa tiene un patrimonio neto de unos 255.000 dólares, frente a los 6.000 dólares de un inquilino típico.
5. Estar cerca del trabajo o de la escuela.
Es cierto que la ubicación es importante para los valores de la propiedad, pero es que estar en un distrito escolar, o cerca del trabajo, vale mucho la pena.
Puedes reducir tus desplazamientos y/o situarte en un distrito escolar excelente, lo cual no tiene precio.
Lo mismo ocurre con estar cerca a tu familia, a tus amigos o a una determinada comunidad que resuene contigo por cualquier motivo.
6. Más espacio para una familia.
Otra razón de peso para comprar una casa es el espacio. Si planeas formar una familia, o ya la tienes, una casa puede ser un gran activo para ti.
La inesperada pandemia del COVID-19 puso de manifiesto la importancia del espacio personal, ya sea la necesidad de una oficina en casa o simplemente una zona al aire libre para encontrar algo de paz.
No es una coincidencia que los anuncios de condominios tengan constantemente una guardería. Los nuevos padres captaron el mensaje rápidamente y se dieron cuenta de que era el momento de mudarse y comprar una casa en su lugar.
Claro que también puedes alquilar una casa, pero como hemos dicho antes, eso no te proporcionará estabilidad, que es probablemente lo último que quieres cuando tienes hijos.
7. Los patios traseros son agradables.
Además de esas habitaciones adicionales, también es bueno tener un espacio exterior que puedas hacer tuyo. Quizá incluso una piscina en la que poder relajarse, si el tiempo lo permite.
Este espacio también te será útil si tienes niños, ya que les dará espacio para explorar y jugar, además de una excusa para dejar el iPad. Lo mismo ocurre con los dueños de mascotas, pues es más espacio para los animales.
Vivir en un apartamento con un perro puede ser una molestia para el dueño, por no hablar de que también es un fastidio para el perro. Y puede que ni siquiera puedas tener uno, dependiendo de las normas de la Asociación de Propietarios.
8. Puedes hacerlo tuyo.
También está la libertad de diseño que tienes con tu propia casa. Cuando es tuya, realmente tuya, puedes hacer lo que quieras con ella.
Se puede repintar, derribar paredes (que no sean esenciales), renovar baños y cocinas, ajardinar, y un largo etcetera. Las posibilidades son infinitas.
Cuando alquilas, por otro lado, puede que consigas hacer algunas cosas, pero aunque puedas hacerlas, el lugar no es realmente tuyo.
O bien has mejorado la propiedad de tu casero o simplemente has hecho un mejor espacio para ti temporalmente.
9. Orgullo de posesión.
Siguiendo esa misma línea de pensamiento, hay un orgullo asociado a la posesión de una casa. Se siente bien ser propietario en lugar de alquilar, y para muchos es un logro en la vida.
Tú eres el jefe y puedes reflexionar sobre tu duro trabajo mientras te relajas en tu propiedad.
El sueño americano suele incluir el comprar tu primera vivienda, y eso probablemente nunca cambiará.
Ser propietario de un terreno puede ser muy satisfactorio, al igual que llevar un papel activo en tu comunidad como propietario.
10. Algo para heredar.
Por último, tener una casa significa tener algo que heredar en el futuro.
Muchos propietarios llegan a amar sus propiedades, tanto que insisten en que se queden en la familia.
Sin duda, sería bonito tener algo que heredar, por toda la sangre, sudor y lágrimas de los años de trabajo. Y es aún más satisfactorio es poder cuidar de tus seres queridos incluso después de no estar con ellos.
Si alquilas, simplemente te vas sin nada. Si eres propietario, acabas con algo de valor que puedes compartir con los tuyos.
En última instancia, todas las razones mencionadas son inversiones por derecho propio, aunque no sean estrictamente monetarias.
Tomate el tiempo necesario para tenerlas en cuenta cuando consideres la posibilidad de ser propietario de una casa y no te dejes llevar.