Todo lo que debes saber sobre las casas victorianas
Cuando uno se imagina una casa victoriana, puede imaginarse una colorida casa de muñecas, o tal vez te venga a la mente una imponente casa embrujada.
Ambas son casas de estilo victoriano por excelencia, pero la arquitectura victoriana se refiere técnicamente a la época y no a un estilo concreto.
Esa época fue, por supuesto, el tiempo en que la reina Victoria reinó en Gran Bretaña, de 1837 a 1901.
Lo victoriano significa cosas diferentes para cada persona pero, por lo general, los estilos que más se asocian a este periodo de tiempo hacen hincapié en la verticalidad, la decoración y la mezcla de materiales y colores.
Lo que hoy se denomina con más frecuencia victoriano en Estados Unidos es una versión exuberante del “Reina Ana”, con sus raíces en Gran Bretaña, o lo que se denomina más propiamente como “italianizante”.
Estos estilos de casas se hicieron muy populares en Estados Unidos a mediados y finales del siglo XIX, impulsados por la Exposición Internacional del Centenario de 1876 (la primera Feria Mundial oficial).
El avance de las técnicas de construcción, la mayor accesibilidad a diversos materiales e ideas a través de los nuevos sistemas de ferrocarril y la mayor difusión de los libros de modelos de casas también popularizaron estos estilos de casas.
Entonces, ¿qué es exactamente lo que entra en la categoría de victoriano?
Los dos estilos arquitectónicos antes señalados como los más famosos del periodo victoriano (el italianizante y el Reina Ana) son, técnicamente, recuperaciones de estilos arquitectónicos anteriores, aunque ambos cobraron vida propia y fueran a menudo exuberantemente decorativos sin preocuparse demasiado por la exactitud histórica.
Cada uno de ellos tiene características distintas pero lo que tienen en común es el énfasis en los elementos verticales.
Las casas solían tener dos o tres pisos, con ventanas altas y porches, y una ornamentación detallada que casi roza la exageración. Al fin y al cabo, un tema recurrente en la época victoriana era la prioridad de la estética sobre la funcionalidad.
Estilo Italiano.
Las casas italianas se popularizaron primero, a partir de la década de 1840 y hasta después de la Guerra Civil, inspirándose en las villas italianas del siglo XVI.
Las estructuras principales eran casas bastante sencillas, de forma rectangular, con tejados bajos e inclinados, o a veces planos, que sobresalían bastante de los muros exteriores. Las ventanas son altas y delgadas, a menudo redondeadas en la parte superior, y hay adornos, adornos y más adornos.
Algunas casas italianas cuentan incluso con una torre cuadrada o cúpula que se eleva en el centro de la casa, lo que contribuye a la sensación de villa toscana.
El mayor número de casas italianas se encuentra en las ciudades estadounidenses que experimentaron un crecimiento exponencial a mediados del siglo XIX: Cincinnati (Ohio), el Garden District de Nueva Orleans, partes de San Francisco y Brooklyn (Nueva York).
Estilo “Reina Ana”.
Las casas en el estilo “Reina Ana”, que fueron populares en Estados Unidos desde la década de 1880 hasta aproximadamente 1920, son en teoría un renacimiento del estilo de moda durante el reinado de la Reina Ana (1702 a 1714), pero en la práctica se parecen muy poco.
Las casas Reina Ana son la mezcla de la esencia de todas las casas victorianas: Son asimétricas, de dos o tres (o más) plantas, con tejados muy inclinados y grandes porches envolventes.
Suelen estar adornadas con diferentes texturas en las paredes que les dan el efecto exagerado comúnmente asociado a las casas victorianas, que suelen estar pintados en una variedad de colores acentuados.
Algunas casas del Reina Ana también tienen torres octogonales (rematadas con un tejado redondo y puntiagudo) y ventanales ornamentados; en resumen, nada en estas casas es sutil.
Han tenido buena y mala reputación a lo largo de los años.
Las casas de la reina Ana están muy presentes en San Francisco, incluso más que las casas italianas, debido a que fue una ciudad en auge durante este periodo.
Las más famosas de la ciudad son, sin duda, las “Painted Ladies”, un bloque de casas adosadas de estilo Reina Ana pintadas de tres o más colores.
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Aunque la era victoriana terminó oficialmente en 1901, los estilos arquitectónicos que la acompañaban se mantuvieron durante una década más, hasta que el movimiento del Renacimiento Colonial los superó en popularidad en la década de 1920.
Pero en lugar de pasar de moda, las casas victorianas empezaron a no gustar en las décadas siguientes, pues hubo un tiempo en el que el modelo de casa victoriana se consideraba una presencia desagradable en muchos barrios.
De hecho, se convirtió en el estereotipo de ‘casa embrujada’, peroel peculiar encanto de las victorianas ha hecho que las nuevas generaciones se aficionen a ellas más recientemente.